jueves, 22 de septiembre de 2011

LA MINGA AMAZÓNICA


La mayoría de nosotros sabemos que la minka (quechua) o minga, es una antigua tradición de trabajo comunitario o colectivo con fines de utilidad social usado en el Perú y en los países andinos desde la época precolombina.
Su utilidad y beneficios son obvios, pues la unión hace la fuerza.

Este trabajo comunal tuvo y tiene finalidades de utilidad comunitaria como la construcción de edificios públicos o beneficiar a una persona o una familia; los ejemplos sobran, como realizar una cosecha de papas u otro producto agrícola, o construir una vivienda, o preparar un terreno para la siembra, etc.
La principal característica de esta práctica laboral es la retribución de quien han participado. Hoy por mí, mañana por tí.

El sistema de la minga trasciende el plano laboral, pues al organizarse socialmente, la gente tiene la posibilidad de luchar por la reinvindicación de sus derechos y pueden denunciar abusos y atropellos.

Hasta aquí hay poca novedad, sino fuese por que antes del año 2000, yo bien sabía de sobra por mis estudios básicos que esta era una práctica muy arraigada en el hombre andino.
Ignoraba que en plena floresta de la Amazonía también se desarrollaba, me dí con la muy grata sorpresa que también forma parte de las prácticas del hombre amazónico.
A ella se acuden mucho los pobladores ribereños, la usan cuando tienen que realizar trabajos que requieran varias personas, como el rozo y quema de un bloque de bosque para abrir una nueva chacra, para construir un puente, para arreglar la escuela, o para contruir o limpiar los caminos que unen sus casas; debo decir que el deshierbe se debe hacer cada cierto tiempo por que la vegetación cubre los caminos, rápidamente, en apenas unas semanas.

El beneficiado de la minga debe proporcionar desayuno, almuerzo y bebidas espirituosas durante toda la jornada, luego esta persona debe participar cuando quien le ha ayudado lo solicite.

La jornada comienza muy temprano y son generalmente los hombres los que hacen la parte pesada, las mujeres preparan los alimentos y las bebidas y se encargan de repartirlas. Se reparte aguardiente o masato (una bebida de yuca fermentada) y el almuerzo consiste en caldo de gallina regional y un segundo plato de arroz y frejol y guiso también de gallina.

Este trabajo comunal se caracteriza por su connotación festiva, es casi una catarsis comunal, en esa actividad se repotencia el sentido de pertenencia a la comunidad.
Es una lástima que el individualismo y el valor del dinero características del capitalismo esté paulatinamente penetrado en aquellos sistemas y los contamine, destruyendo la peculiar vida social de aquellos pueblos.




Estos pequeños párrafos corroboran mi visión de altermundista. Debo aclarar que si bien es cierto que el avance abrumador de la tecnología llegó para quedarse (pues de ninguna manera estuviéramos en este instante interactuando, yo en Iquitos-Perú y tu mi amigo en.......-........,donde sea que la vida te haya puesto); no menos cierto es que la globalización con su falsa promesa de un mundo homogéneo es una falacia, pues existen millones de seres humanos y miles de culturas que no solo no pueden acoplarse a la cultura de la globalización, sino que tampoco deben, simplemente porque ser diferentes es la razón de su existencia, la esencia misma de sus vidas.

Entonces surge una especie de freno, un stop, un avancemos sin atropellar, un respetemos a los que no pueden ir al ritmo prediseñado; entendamos que hemos sido y seremos siempre un mundo heterogéneo, un mundo de alternativas para todos.



Aprovecho la oportunidad para invitarte a leer una novela que sé que te vá a gustar, de de mi autoría y puedes bajarla totalmente GRATIS:

http://www.bubok.es/libros/207487/UN-SHAMAN-AMAZONICO-EN-EL-PRINCIPADO-DE-MONACO

Arquímedes